En los días de fuertes lluvias o de pocas olas, es posible buscar alternativas para no ir a la playa pero seguir practicando y mejorando tu surfing.
Un ejemplo claro es usar un surfskate, que te ayudará a mejorar tu técnica y también tu mente, así estarás más preparado cuando vuelvas al mar con tu tabla.
Primero que todo, esta variante te permitirá mejorar la postura, ya que podrás practicar con una misma postura una y otra vez, lo que traerá beneficios a la hora de surfear.
Por otro lado, el movimiento que haces sobre el surfskate es el mismo que realizarás sobre una tabla de surf para mejorar tu velocidad. Practicarlo constantemente hará que automatices los movimientos y vayas mejorando.
Además, podrás corregir con mayor facilidad los errores, ya que puedes estar con alguien al lado o grabarte tú solo, para luego ver el video y preocuparte de las falencias que encuentres en tus movimientos.
“La práctica hace al maestro”: como el dicho, en el surfskate podrás repetir una y otra vez hasta mejorar la postura, los movimientos o las maniobras. Solo necesitarás la tabla y un espacio donde practicar. Repetir ayudará a lo que se conoce como memoria muscular, que significa que tu cuerpo se acostumbra a moverse de cierta manera, habilidad que luego traspasarás a las olas.
También podrás mejorar tu sincronización, o en inglés el “timing”. Los movimientos se requieren en un momento indicado, así como también en una posición del cuerpo precisa y la velocidad determinada. Esto te ayudará a conseguirlo.
Estamos acostumbrados a que surfeando mantengamos un buen estado físico, pero una vez que lo dejas por unos días, sufres inmediatamente las consecuencias. El surfskate te permitirá seguir activo, variando las rutinas corporales para que no te aburras de siempre hacer lo mismo.
Recuerda que, al igual que en el surf, para el surfskate hay distintos tipos de tablas. Las más chicas se asimilan a una tabla corta y las más grandes a longboards.