El primero de junio comenzó oficialmente la espera de Big Toto, torneo de olas grandes de Totoralillo que estará por un mes aguardando por las mejores condiciones climáticas para surfear.
En total, son 24 participantes hombres y dos mujeres (aunque todavía pueden inscribirse) quienes se apuntaron a este certamen del norte del país, que ya se realiza desde el 2011 pero estuvo paralizado dos años por la pandemia.
Cristian Zamora, fundador del campeonato, explica que en estos casos “es difícil tener una fecha tentativa. Me imagino que después del 10 de junio va a entrar alguna marejada desde el sur o suroeste. Es más propicio esperar que a fin de mes entre una marejada, o sino podríamos esperar hasta una semana más en julio en caso de que no entre lo que estamos esperando”.
Sobre Big Toto, cuenta que “el objetivo es surfear olas grandes, estar metido en el mar y premiar a los que sobresalen. Siempre la ola más grande es la que más se valora, no gana el que surfea más tiempo una ola, sino el que el que surfea la más grande”.
las olas se miden por los metros, la altura, pero también la potencia, cómo el surfista se enfrentó a la ola, cómo hizo el bottom y si es que la terminó. Todo eso es evaluado por el ojo milimétrico de los jueces, que tienen experiencia”
A diferencia de los torneos tradicionales, que si bien depende de las condiciones climáticas, tiene fechas definidas, aquí el tamaño de las olas y el pronóstico determinan cuándo se compite: “Los surfistas son avisados con cerca de una semana de anticipación. Les damos una alerta amarilla, bandera amarilla, con la que alertamos para que se preparen porque en cualquier momento puede llegar una verde, que generalmente pasa al otro día o en dos días. Todavía no sabemos lo que va a pasar, partimos desde que no hay olas, así que podríamos decir que es una alerta roja”.
De todas formas, cuenta que, como es habitual, esperan que “entre el Cacho, la ola que esperamos. Ya tuvo una entrada pero no fue muy buena y fue en mayo, solo una mañana. Una condición así no nos serviría, necesitamos por lo menos todo un día”.
Desde el equipo de pronóstico de Buscaolas, afirman que “este año hemos visto una baja en las condiciones que generan marejadas. Comparando con el año pasado, a la fecha hemos tenido la mitad de marejadas. La más grande de las marejadas el año pasado fue Benito, que trajo olas sobre 6 metros. Es difícil, según la data actual, que tengamos una marejada parecida para este año. No es imposible, y sí vemos una probabilidad de tener olas de 5 metros para los próximos meses en Totoralillo”.
“Hay que tener en cuenta que predecir la altura de la ola con un mes de anticipación es difícil, debido a todas las variables que determinan la altura de una ola, pero sí vemos una tendencia a que este año vamos a tener un menor cantidad de tormentas en el Pacífico Sur”, complementaron.
Para esta edición, están confirmados competidores de todas las regiones entre Iquique y O’Higgins, donde destaca una gran participación de los surfistas locales. Además, llegará uno desde Buchupureo, región del Biobío.
Es una modalidad diferente que ha ido tomando consistencia, es una derecha, es grande, fondo de roca, semioceánica y genera harta energía, es potente el lugar”
Sobre la elección del ganador, que está basada en quién surfea la ola más grande, explica que “las olas se miden por los metros, la altura, pero también la potencia, cómo el surfista se enfrentó a la ola, cómo hizo el bottom y si es que la terminó. Todo eso es evaluado por el ojo milimétrico de los jueces, que tienen experiencia”.
“Si bien no es una big wave de excelencia, es una ola de calidad y tenemos que aprovecharlo para desarrollar el campeonato. Es una modalidad diferente que ha ido tomando consistencia, es una derecha, es grande, fondo de roca, semioceánica y genera harta energía, es potente el lugar”, enfatiza Cristian, que ya está esperando la reunión técnica de la próxima semana, donde también aprovecharán de compartir con los surfistas en un contexto distendido.